En el panorama empresarial paraguayo, el nombre de Ricardo Felippo ha estado bajo el escrutinio público recientemente. Con una destacada trayectoria en la hotelería y ganadería, ostentando la propiedad del Hotel Premier Hill desde hace dos décadas y la Estancia María Antonia por más de cuarenta años según figura en su perfil de linkedin, su figura ha sido objeto de atención debido a su inclusión como jubilado en el Instituto de Previsión Social (IPS) desde el 17 de mayo de 2021.

Productor ganadero, empresario hotelero, cónsul honorario de la Republica de Guatemala y coleccionista de autos antiguos de alta gama… ¿jubilado de IPS?

Este hecho ha suscitado interrogantes en diversos sectores de la sociedad. Ciertamente, la legislación vigente plantea ciertas incógnitas sobre la posibilidad de que un empresario, cuya actividad esencialmente se centra en la patronal, pueda ser beneficiario del régimen jubilatorio del IPS. Si bien es necesario aclarar que aún no se han completado todas las investigaciones pertinentes sobre este asunto, resulta pertinente señalar que la relación entre la actividad empresarial y el acceso a los beneficios del IPS plantea dilemas éticos que merecen ser abordados con seriedad y transparencia.

Asimismo, se ha puesto en relieve la vinculación familiar de Ricardo Felippo con Eduardo Felippo, quien ocupó el cargo de presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Durante su gestión, Eduardo recibió críticas por parte de grupos de científicos, y es relevante destacar que, durante dicho periodo, Ricardo fue designado como consejero por la Federación Paraguaya de Instituciones de Cooperación Científica (FEPRINCO).

Una cuestión que surge en medio de estos planteamientos es si los funcionarios del hotel y los peones de la estancia de Ricardo Felippo también tienen acceso al IPS.

En este contexto, es fundamental recalcar que toda persona tiene derecho a una jubilación digna y justa, pero es imperativo que dicho acceso se dé en conformidad con las normativas y principios éticos establecidos. La reciprocidad y equidad en las relaciones laborales son valores fundamentales que deben prevalecer en cualquier ámbito empresarial.