La carne paraguaya, en el mercado estadounidense, se convirtió en un tema proselitista, de cara a las próximas elecciones presidenciales y legislativas del país norteamericano.

Los legisladores ejecutan el fuerte lobby de ganaderos locales, quienes ven con malos ojos la competencia fuerte que representa los cárnicos made in Paraguay, que pasó todas las pruebas legales y sanitarias para entrar al mercado de EEUU.

Los senadores Mike Rounds y Jon Tester arremeten, sin argumento sólido alguno, contra el acuerdo logrado por nuestro país, para competir con uno de los productos estrella paraguayo en el exigente ámbito consumidor norteamericano.

El ribete preocupantes de este nuevo ataque, viene por el lado del tipo de pedido presentado ante el congreso por los parlamentarios. En efecto, ahora lo hicieron bajo la figura de cláusula de Revisión, que puede efectivizarse a través de la decisión del Senado que requiere de mayoría simple.

“En tres meses presentaron un proyecto de ley y dos proyectos de resolución. Pero el actual es el más peligroso porque entró por senadores y ahí necesitan solo mayoría simple para aprobar, es decir necesitan menos cantidad de votos”, dijo el doctor José Carlos Martins, director del Servicio Nacional de Salud Animal (Senacsa), en respuesta.

Esto dicho en otros términos, implica predominancia de lo político por sobre lo jurídico, en el que Paraguay lleva las de ganar.

“Estamos conversando todas las semanas con el embajador Dos Santos pero creemos que esto va a terminar después de las elecciones, además estamos en comunicación permanente con el USDA y le hemos invitado al secretario de agricultura al Paraguay, para el seminario internacional de ganaderías”, añadió Martins.