El abogado Pedro Ovelar, representante de los Alliana y de Raúl Latorre, manifestó que sus clientes no cometieron ningún hecho punible y lo que se logró la excesiva mediatización del caso fue “manchar la imagen de sus clientes” ya que “todos los culpan por un caso que tiene un trasfondo mucho más complejo”, afirmó el abogado.
La imagen de sus clientes fueron perjudicadas por una persecución política y mediática que tiene como fin principal empañar la gestión del actual presidente, Santiago Peña.
Ovelar aclaró que ninguna de las causas en las que están involucrados sus clientes son delito, por lo que los ataques y escraches deben parar.
Recordemos que Monserrat Alliana está en el ojo de la tormenta por su empleo en el poder legislativo en donde tiene un sueldo de 18 millones de guaraníes.
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