La enmienda para la reelección presidencial resurge como posible tema en la convención colorada de marzo. La iniciativa genera alerta en la oposición y revive el fantasma de los hechos de 2017.

La eventual inclusión para su tratamiento de la reelección presidencial mediante enmienda constitucional en la próxima convención de la Asociación Nacional Republicana (ANR) programada para el 9 de marzo ha despertado suspicacias por el antecedente del fallido y conflictivo intento de 2017 que derivó en protestas y la quema del Congreso.

El orden del día ya está definido en el encuentro que reunirá a 1200 convencionales colorados, varios legisladores de ese partido ya insinuaron la chance de retomar el debate habilitante a través de una reforma legal, como la Senadora Lilian Samaniego, impulsora original de la figura criticada por atentar contra la alternancia republicana en el poder.

No obstante, Samaniego señaló desconocer de momento si la enmienda será finalmente incorporada, aclarando que no ha habido ninguna propuesta formal al respecto, aunque admitió la chance al expresar que “todo es posible” en ese cónclave partidario.

Ese eventual escenario reflotado por el cartismo ha sido motivo de expreso rechazo por la oposición liberal, cuyo presidente, Hugo Fleitas, advirtió con firmeza que nunca apoyarán planes reeleccionistas orientados a “instaurar el autoritarismo”.

Y es que aún está latente el oscuro capítulo de 2017 con el frustrado proyecto habilitante impulsado por Horacio Cartes, incluyendo métodos irregulares de recolección de firmas y sesiones viciadas, desencadenando masivas protestas que terminaron con el Parlamento incendiado.

En esos graves incidentes falleció el joven Rodrigo Quintana, baleado cuando la sede liberal era allanada. El responsable judicializado consiguió la libertad condicional pero el caso no se esclareció. De ahí los resquemores ante un eventual y temido “deja vu”.